Te damos la bienvenida a Detonation Racing, el campeonato de carreras más peligroso y menos sensato jamás concebido. Soy el Dr. Boom, y todo esto es culpa mía...
¿Que a qué viene todo esto? Queremos que puedas conducir a toda velocidad y..., no sé, ¿arrojar un submarino nuclear a la pista para destruir a tus rivales? ¿Conseguir la victoria para tus propios fines egoístas? ¿Qué clase de persona eres?
En fin, parece que alguien ha escrito una especie de panfleto, así que voy a leerlo tal cual. Ejem...
«Disfruta de carreras arcade que te mantendrán en vilo en un mundo de lo más explosivo. ¡Una experiencia sin par!».
¿Quién escribe estas cosas? La verdad es que es un poco lo mismo que en otros juegos de carreras: conducir un coche e ir rápido. Aunque es cierto eso de que hay muchas explosiones. Bueno, a ver qué más pone aquí...
«Choca contra la pista y desintégrala como táctica para abrir nuevas rutas, y toma peligrosos atajos para sacar ventaja a tus rivales».
Vale, eso se puede hacer, aunque todo esto suena peligrosísimo... Conducir un coche por un circuito que explota no es un paseíto que digamos.
«El juego está diseñado de forma que se pueda disfrutar en solitario, en línea y de forma local con amigos y familiares».
Así es, se puede jugar en línea contra otros monstruos, y hay un modo de carrera larguísimo lleno de retos divertidos que he diseñado personalmente; además, se puede jugar con familiares y amigos, pero tú no tienes, ¿no?
«Una experiencia vertiginosa que no podrás dejar, accesible desde el primer momento pero difícil de dominar».
Se repiten más que el ajo, pero... ¿qué van a decir? ¿Que es imposible aprender a manejarlo y tiene una profundidad nula? Eso no pega mucho, ¿no?
«Seis pistas increíbles, nueve asombrosos coches ¡y un montón de acabados que puedes desbloquear!».
Hala, cuántas cosas, ¿verdad? Dicen que son muchas cosas, así que será verdad. No obstante, ¿a cuánto equivale realmente un montón? Creo que intentan ocultar algo...
«Se puede jugar desde varios dispositivos, como iOS, tvOS y Mac».
Eso no sé qué significa, pero suena requetebién, hay que admitirlo.
Hale, ¡chimpún! No suena nada mal, ¿no? Y ¿qué te voy a contar yo, que formo parte de todo esto? En conclusión, que juegues a este juego, anda.